martes, 18 de octubre de 2011

PARA L@S DOCENTES: ¿CÓMO CONSTRUIR UN VIVERO LITERARIO?


LOS VIVEROS LITERARIOS
ESPACIOS PARA LOS RECREOS CON LOS NIÑOS


                                                  Autora: INES DE CUEVAS


De su Ensayo: Los Viveros Literarios: Espacios para la Lectura en la Escuela, Edit. La Escarcha Azul,   Mérida-Venezuela, 1999.

DEFINICIÓN

      Los lugares donde reunimos a los niños para realizar juegos verbales, rondas, otros juegos, cantar canciones y leer, los he identificado como Espacios para los Recreos Literarios.
      Estos espacios son pequeñas zonas acogedoras, alegres, sencillas y con mucho colorido, donde todo está al alcance de los lectores y en constante movimiento: libros, mobiliario, ambiente, niños...

DESCRIPCIÓN

      Cada Vivero literario está constituido por seis Espacios: La comarca de la Poesía,  Cuentan que una vez un Ciempiés...,  El Globo de las Fábulas Viajeras,  Las Cajas Mágicas,   Aquí... Publicaciones Periódicas  y  El Cajón Secreto de los Mitos y Leyendas.   Como veremos,  todo lo que manejan los niños en estos lugares ha sido fabricado respetando sus gustos y necesidades.
      Los seis Espacios conforman una sala de lectura única en su estilo, sin la sobria rigidez de las bibliotecas tradicionales para niños. En Los Viveros todo se construye pensando en los pequeños.  Al elaborar la estantería y los materiales de lectura,  se  considera la estatura de los niños y el tamaño de sus manos.

      En estos Espacios los niños pueden rodar El tren o abrir y cerrar las puertas y ventanas de la Casita de La Poesía; también,  llevar y traer La Carretilla de Los carteles, arrastrar el Ciempiés de Los Cuentos, girar el Globo de Las Fabulas, mecer el Trapecio de Las Revistas, balancear La Cuerda de los Periódicos  y,  participar en la lectura de los textos.
      Para los Espacios he seleccionado textos literarios que sean del agrado de los niños, porque es suficientemente conocido que "el hábito de leer difícilmente se adquiere en libros que no sean de literatura"1.   De tal manera que desde que el niño ingresa en el preescolar lo ponemos en contacto con la lectura placentera para que se vaya familiarizando con la palabra escrita.
      No vamos a pensar  que Los Viveros Literarios se crearon para enseñar a leer y a escribir a los niños. No, nuestra idea se fundamenta en la vinculación del niño con la lectura, poniendo de manifiesto todas sus emociones y sentimientos.  Esta participación no eferente, sólo se la facilita la lectura que no tiene intencionalidad eminentemente didáctica,  la lectura que no quiere informar o explicar algo de utilidad práctica;  sino cuya  intención es producir placer estético, recrear el espíritu: Textos que finalmente van a formar niños lectores. "Un niño que gusta de los libros antes de saber leer (...) progresará rápidamente aumentando sus conocimientos generales y el dominio de su idioma", aclara Brenda Thompson 2.
      Todas las lecturas que circulan en los Espacios para Los Recreos literarios están dirigidas a la vida afectiva e imaginativa del niño, a su gusto emocional, al estímulo creador.  En la selección del material se respeta la degustación lectora de los niños.
                           
      Mediante las actividades en Los Viveros literarios,  hemos motivado el reencuentro de los docentes con las retahílas, trabalenguas, disparates, cuentos de nunca acabar, coplas, refranes, décimas, rimas, cantos, rondas, jitanjáforas, juegos mímicas y adivinanzas para que diviertan a los niños. También los hemos acercado a los diálogos, leyendas, fábulas, mitos, cuentos y poesías.
      En dichos Espacios todas las lecturas se exponen al alcance de los niños, porque lo ideal es que ellos acudan voluntariamente al encuentro con los textos sin intervención del adulto que los acompaña.  Así, el acto de leer o de escuchar no se convertirá en un cometido más que el auditorio debe acatar.
      En Los Viveros, los niños no están condicionados para ejecutar actividades programadas por el adulto, donde los pequeños se convierten en un objeto inmóvil frente a un hablante que narra o lee lo que ha preparado para ellos.  En estas zonas los párvulos se desplazan por el lugar para hojear los instrumentos de lectura o para buscar lo que ellos quieren que les leamos. Tienen -dentro del ambiente- absoluta libertad para separarse del grupo o emparejarse y comentar las cosas que les sugiere alguna ilustración o el texto.
      En estos lugares los libros no muestran los lomos al visitante 
-como normalmente sucede en cualquier biblioteca- Aquí, ellos abren su corazón para que los niños vean lo que hay dentro.  Algunos enseñan sus portadas otros, sus páginas ilustradas a todo color.

      En el juego de lectura con los niños hay respeto por su libertad, pero dentro de ciertas normas que permitan escuchar con atención y, al mismo tiempo, mantener en buen estado el moblaje y los instrumentos de lectura; ya que como apunta Barrera Moncada: "El niño que no siente las experiencias de orden y obediencia justa, adquiere un errado concepto de la libertad"3.
      Los Viveros poseen una variedad antológica que no encontramos en las bibliotecas escolares. Para lograr esta diversidad de textos, realizamos un rastreo investigativo  
-minucioso-  en librerías y en bibliotecas públicas y privadas. 


Los muebles y los materiales de lectura de los Espacios  son elaborados por los docentes durante los talleres. En los  Espacios  rotan continuamente los textos para que haya deseos de escuchar nuevas lecturas o de repetir las que más les han impactado.  También tenemos al alcance de los lectores,  la página "Con los Niños”  que editamos semanalmente en el Diario Frontera de Mérida,  ya que escolares de diferentes lugares de Venezuela y  de otros países del mundo,  participan con sus textos y dibujos.
      Todas las lecturas que en Los Viveros se exponen son para el disfrute pleno sin la obligación de las tareas complementarias,  como ejercicios de ciencias, pintura, modelaje en plastilina, etc. Estas actividades están totalmente apartadas de nuestro objetivo, ya que la lectura que allí se realiza no la consideramos como recurso didáctico, sino como alimento sustancial, humus energético para nutrir el alma.  Lamentablemente, la lectura placentera tiene una presencia sosegada en las escuelas.  Nuestra labor es despertarla y echarla a andar  entre los niños para que la escuchen y jueguen con ella.

      El juego en estos Espacios ha facilitado en los chicos  el desarrollo adecuado de los procesos del conocimiento y expansión de su pensamiento; ha estimulado su imaginación; les ha brindado la oportunidad de mejorar y ampliar gradualmente su léxico y, en consecuencia, les ha proporcionado habilidades para comunicarse sin limitaciones con los adultos y con otros niños.
      A este respecto, Barrera Moncada, aclara que:
                       " ... el niño que no ha tenido buen desarrollo lingüístico durante sus años  preescolares seguramente  encontrará  dificultades  en su rendimiento escolar, puesto que, además de tener un pensamiento poco  preciso debido a su pobreza de lenguaje, recibe habitualmente una enseñanza muy cargada de procedimientos verbales" 4.
       La interacción permanente del niño con el docente que lo atiende en el Vivero Literario, ha estimulado poderosamente su lenguaje y el vínculo directo con los libros y otros materiales impresos que nunca había utilizado  y,  le ha permitido incorporarse simultáneamente a la lectura.     En un Vivero se atiende la necesidad de lectura de muchos niños. Los pequeños son agrupados en 7 ó 10 por sesión, de manera que se les pueda prestar atención personalizada ya que, además, estamos permanentemente sirviendo de intermediarios entre éstos y la lectura y de interactores entre ellos y nosotros, anexando al mismo tiempo, nuestro rol de observadores de las acciones y conversaciones entre niño y niño.
       Cuando un adulto manifiesta el deseo de trabajar  en un Vivero Literario, se presupone que está entrenado en el oficio  de interactor y observador,  ya que es importante recoger las  reacciones  momentáneas  de los niños (relacionadas con textos e ilustraciones)  para apuntarlas en el cuaderno de novedades.
      Todos estos años he indagado responsablemente acerca de los gustos de los niños y he llegado a la conclusión de que ellos caminan en la misma dirección de mis ideas: Los niños merecen un paraíso lleno de ese encanto que aún permanece en quienes desde la más temprana edad tuvimos más que las páginas de Tricolor, las publicaciones de  Herminio  Almendros,   los cuentos de Las Mil y Una Noches o  los poemas de Rubén Darío,   para soñar, jugar y cantar.

 BIOGRAFÍA DE CITAS:

1. Limen. Revista de orientación didáctica. N° 70, año XIX, Buenos Aires: Kapelusz. febrero, 1981, p. 1.
2. Thompson, Brenda. El libro preescolar. Guía para padres y maestros de niños entre dos y cinco años de edad. México: Edit. Diana, mayo, 1982, p. 82.
3. Barrera Moncada, Gabriel. La Edad Preescolar. Comprensión biopsico- social y educativa. Barcelona: Salvat Editores, 1979, p.237.
4. Ídem. p. 157.



CONSTRUCCIÓN 
DE UN VIVERO LITERARIO


DISTRIBUCIÒN DEL MOBILIARIO
AMBIENTACIÓN DE LOS ESPACIOS

                                                       Autora:   INES DE CUEVAS

(De su obra: Los Viveros Literarios: Espacios para la Lectura en la Escuela, Edit. La Escarcha Azul,  Mérida-Venezuela, 1999)

ESPACIO PARA LA POESIA


      Como desde el hogar algunos niños ya están entrenados en la audición de cuentos, al ingresar al preescolar es éste el género que más solicitan. Se observa que antes de esa etapa, muy pocos adultos han tomado interés en animar y encauzar la expresión imaginativa del niño con otras formas literarias, además del cuento.    En los primeros encuentros con los niños es evidente la desafectividad que existe entre ellos y la poesía.

      Para que de alguna manera el docente también se involucre en la lectura de poemas y facilite el acercamiento de los pequeños a esos textos, inventé "La Comarca de la Poesía". En ella se construye con cajas de cartón una encantadora casita campesina con su corral y su jardín; habitada solamente por poesías como anuncia el cartel instalado en el cercado"En esta casa encantada / habita la poesía / abrámosle las ventanas! / para que salga a volar / en la voz de los pequeños / por toda la vecindad". ( *)
      La Casita de la Poesía tiene puertas y ventanas que los niños abren y cierran a su antojo.  Ellos introducen las manos por las ventanas y, obtienen uno o varios de los poemas allí guardados para echarlos a volar en la voz del docente o en su propia voz.  (Fig. 1)

                       
                                                                                                                                                      Fig. 1 La casita de la poesía.

        Cerca de la Casa pasa un Tren, conformado por una Locomotora que ilustra la cara de un Cerdito.  A la Locomotora se unen cuatro vagones hechos de cajas vacías de tamaño apropiado, que transportan los libros de poesías elaborados por los docentes y los niños, y que guardan una riquísima antología de autores de Venezuela, Latinoamérica, España, y  de otros países del mundo.  Las ruedas del Tren las hacemos de tacos circulares de madera o cartón resistente que desechan en los comercios; las pintamos de colores y las pegamos a tablillas de madera que luego sujetamos bajo la caja de cada vagón.   Otras veces empleamos las bases coloreadas de los envases plásticos de gaseosas.  Un vagón se engancha a otro mediante una clineja hecha de mecate o lana de vistosos colores (Fig.2).
                                        
    Fig.2  El tren de la poesía


       En el jardín de La Casita de La Poesía se instala una Carretilla llena de poemas montados en pequeños carteles. La base y la rueda de la Carretilla las obtuvimos de los restos de un coche viejo de muñecas, las asas fueron hechas de palitos de ganchos (antiguos) de colgar ropa y, las patas, de trozos de madera (Fig.3).
                                         
          Fig. 3 La carretilla de los carteles de poesías.


      Junto al cercado de la Casita colocamos una cesta adornada con papel crepé rojo y verde. Dentro de la cesta guardamos las lecturas en verso transcritas en tarjetas y postales que hacemos de cartulina o cartón (Fig.4).
                         

                             
          Fig. 4 La cesta de las tarjetas y postales de poesía


      En la pared de la sala y sobre este escenario tan hermoso, se lee en grandes letras, a todo color: "La Comarca de la Poesía”


ESPACIO PARA LOS CUENTOS

     Como este es el género que más frecuentemente manejan los docentes, es el que con más pasión piden los niños. Me esmeré entonces en diseñar un Ciempiés muy simpático que se construye con cajas de cartón de tamaño regular, cuyas bases miran hacia el techo, luego (igual que las cajas que conforman el tren y la Casita), se recubren de pintura para hacerlas resistentes. Una vez unidas por sus ángulos con pega o cordel, recortamos círculos de cartón que forramos con retazos de tela que sobraba en casa de las costureras. Con esos círculos se cubren las cajas para dar forma al animalito. A cada círculo le sujetamos un par de patitas con sus minizapatos negros y por último vestimos al Ciempiés de corbata y sombrero con un paraguas en la mano.

      Sobre el lomo del Ciempiés cabalgan los libros de cuentos.  En el costado del animalito, colocamos una cesta grande, decorada con lazos de papel o de  tela de diferentes de colores y faroleados también de papel, y, dentro de la cesta, los cuentos montados por los docentes y los niños, durante  los talleres.


  El Ciempiés La Cesta están separados por una alfombra o estera para que los lectores se ubiquen al momento de la lectura.
La decoración de la pared, en este Espacio, la integran: el sol cubierto parcialmente por una nube, otras nubes y unas gotas de lluvia que caen sobre el paraguas del Ciempiés en medio de un letrero a todo color que dice: "Cuentan que una vez un ciempiés....”


ESPACIO PARA LAS FÁBULAS

      Algunas fábulas en verso y otras en prosa viajan continuamente en un Globo que se construye con una bola de anime y se forra con trozos de fieltro y retazos de telas de colores. Esta bola la sujetamos al techo mediante un mecate tejido y adornado con lazos de papel crepé y de tela de diferentes colores. La base donde viajan los textos la hicimos con la tapa desechable de una cesta, que decoramos alegremente, pero también se puede usar una caja de poca profundidad. Debajo de la cesta (en el piso) ubicamos los libros empastados de fábulas para evitar que el peso de éstos, dañe la estructura del Globo, y por último identificamos el espacio como: ... Fábulas Viajeras"  (Fig.7).

                    Fig.7  El  globo de las fábulas viajeras.


ESPACIO PARA LAS CANCIONES,  LOS JUEGOS VERBALES Y OTROS JUEGOS Y DIVERTIMENTOS

             Para construir este espacio le sugerimos a los docentes seleccionar seis cajas poco profundas pero de iguales dimensiones; luego se cubren con pintura para darles resistencia; después las unimos a un soporte (mango de escoba) mediante mecates tejidos y, de allí, las sujetamos al techo (como se observa en la Fig.8).   
                                                                                                                                    Fig..8 Espacio de las cajas mágicas.

       Para asegurarlas en el piso se tomó cada una de las cuatro esquinas de las cajas inferiores y, con una argolla sujeta con ramplús, quedaron fijas en el suelo (Fig.9).


                                                                                                                                        Fig.9   Las cajas mágicas


      Cada caja tiene un dibujo diferente para que los niños puedan localizar con seguridad cada juego durante la actividad en el Vivero Literario.  Así, para la caja de las Retahilas diseñé una tortuga bien co- queta con collar y sombrero, y sobre su caparazón escribí una frase que se lee: "Hilando palabras”; en la caja de los Cuentos de nunca acabar dibujé un gusanito y una gusanita con la lengua afuera -en actitud de cansados- y , sobre sus cuerpos,  escribí:  "¿Quieres que te lo contemos otra vez,..?"; para las Adivinanzas ideé una hormiga bien graciosa y sobre ella coloqué esta frase:  "¿Quién acierta.,.?";  para los Refranes, Coplas, Rimas y Canciones, pinté una elegante mariposa; para los Trabalenguas diseñé una ranita con la lengua enrollada, y sobre sus ancas escribí:  "Enredando la lengua"; para las Rondas, Juegos mímicos y otros divertimentos, dibujé un caracol bien atractivo con el siguiente anuncio en su concha : "¿Jugamos.., ?".  Este Espacio lo bauticé como: "Las cajas mágicas" (ver Fig ,9).

ESPACIO PARA LAS PUBLICACIONES PERIÓDICAS

      En este lugar situamos un trapecio de circo construido con un mango de escoba pintado de brillantes colores y decorado con grandes y pequeños lazos de papel y tela.  Para fijarlo al techo utilizamos mecates y ganchos mediante rampluses. Una vez instalado montamos sobre el trapecio, revistas editadas exclusivamente para niños: Tricolor,  El Solar de los Niños,  El tren de Colores,  La Ventana Mágica,  Onza, Tigre y León,  Uyapar,  Siete Lunas, etc. (Fig. 1O).
     
          Fig. 10    El trapecio de las revistas infantiles
      En el ángulo que forman las dos paredes de la salita pusimos una cuerda de saltar  (también de mecate)  adornada en sus extremos  y, sobre ella, ordenamos las páginas para niños: “Perro Nevado", "Cotufa",  "Con los Niños",   y suplementos infantiles, como: Barquito,  Caballito de Mar,  Cantaclaro, Redonda la luna, etc. (Fig.).
               
                       Fig. 11  La cuerda de las páginas periódicas y suplementos infantiles

      En el piso, sobre la alfombra, colocamos una cesta con folletos y otros materiales de lectura dirigidos a los niños. Este espacio se identifica:   "Aquí......   Publicaciones periódicas".

ESPACIO PARA LOS MITOS Y LEYENDAS

      Sobre un guacal pintado de diferentes colores, se pone una caja adornada con retazos de tela y decorados con pintura. Esta caja imita un gran cofre de secretos. Dentro de la caja depositamos los textos empastados, así como los que han montado los docentes y los niños durante los talleres de Los Viveros literarios (Fig.12).   La decoración de la pared la integran varias estrellitas que descienden desde la luna hasta el suelo en medio de un gran letrero que dice: "Cajón Secreto de los Mitos y Leyendas".


                                                         
     Fig. 12  El cajón secreto de los mitos y leyendas.


       DE LA CONFECCIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE LECTURA

       PARA LOS RECREO S LITERARIOS...
      La espontánea correspondencia del niño con los objetos que le gustan y que son accesibles a la vista y al contacto de sus manos, producen en él sensaciones que lo mueven a actuar de explorador natural.  Mejor aún si esa afinidad encaja en el elemento afectivo del chico, porque entonces su simpatía por el estímulo presentado habilita la relación de amistad o de acercamiento a ese objeto.
      Según Rubinstein (5), una impresión sensorial pasa de sensación a percepción cuando actúa como imagen del objeto.  Esta afirmación aclara que esa imagen sensorial la constituye la forma, el tamaño, el color, el relieve, etc. del objeto observado y, en efecto, actúa sobre los órganos de los sentidos provocando una reacción del individuo.

      Reflexionando sobre ese planteamiento y sobre las ideas de otros estudiosos como D.P: Gorski y E. V Shorojova, he procurado que en los Espacios para los Recreos Literarios los instrumentos de lectura sean una novedad para los niños, que exciten sus sentidos y estimulen su curiosidad y que la reacción que provoque en ellos, los motive para acercase a manipularlos y a buscar en sus páginas los textos que hemos transcripto para ellos.

BIBLIOGRAFÍA DE CITAS

5. Rubinstein, S. L. El ser y la conciencia. El pensamiento y los caminos de su investigación. México: Edit. Grijalbo, 1963, pp. 63-96.
*Cuevas Inés de. (Texto Inéd

3 comentarios:

  1. Una maravilla. Me ha encantado todo, y como implementarlo dentro del aula.

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  2. Estimada Judith, gracias por su comentario. Cuando desees asesoramiento. Escríbeme a viveroliterario@hotmail.com Allí dejé un mensaje para ti.
    Un gran abrazo.
    Inés de Cuevas.

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  3. Estimada Judiht. Gracias por tu comentario.
    En respuesta por E-mail desde viveroliterariohotmail.com

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