viernes, 24 de octubre de 2014

Este es un mensaje para los maestros, padres, tíos, abuelos.... CLAVES PARA DESARROLLAR LA LITERACIDAD EN EL AULA SEGÚN EL MARCO PISA


 
Por. Juan Escalante
“José Miguel, ¿podrías salir a leer el primer capítulo de El Camino de Sherlock?”[1], dijo la profesora Micaela. “Claro, señorita”, respondió el alumno. Pasó al frente y empezó a leer la novela en voz alta, con la debida entonación y pronunciación correcta. Toda la clase estaba muy atenta mientras leía. Sin embargo, al finalizar la página 10, la señorita Micaela le dijo que se detuviera y le preguntó: “José Miguel, ¿qué significa la frase Era como pedir la  Luna y las estrellas?”. Como el alumno no pudo explicárselo, la maestra le formuló otra interrogante: “¿Me podrías decir por qué la mamá estaba tan sorprendida por el comportamiento de su hijo?”. José Miguel titubeó y le dijo: “Porque el niño se estaba portando mal”. Al escucharlo, la profesora se dio cuenta de que su alumno no estaba comprendiendo (y tal vez muchos de la clase tampoco). Por ello, la señorita Micaela tuvo que volver a leer desde el inicio y explicar las respuestas.

La situación arriba descrita es frecuente en algunas aulas al empezar las actividades del Plan Lector; lo cual es preocupante, sobre todo si la maestra considera que eligió el libro y las preguntas adecuados. Entonces, tratemos de buscar una explicación a este problema de comprensión y proponer algunas estrategias para superarlo.

De antemano, descartemos la posibilidad de que José Miguel estuviera distraído, ya que leyó  correctamente (concentración) y mantuvo expectante a la clase (interés). Por este motivo, podríamos deducir que, si bien es capaz de leer (alfabetización), tiene problemas de comprensión lectora (falta de literacidad).

Estos dos conceptos son diferentes: el primero tiene que ver con la capacidad de usar signos de un código para leer y escribir; en cambio, el segundo consiste en saber leer para fines específicos. En tal sentido, la literacidadguarda estrecha relación con la definición de competencia lectora dentro del marco PISA-OCDE: “La capacidad individual para comprender, utilizar y analizar textos escritos con el fin de lograr sus objetivos personales, desarrollar sus conocimientos y posibilidades y participar plenamente en la sociedad”[2].

Entonces, bajo este enfoque, la lectura es la herramienta básica para lograr aprendizajes durante la vida. Por ello, el objetivo fundamental de la prueba internacional PISA es evaluar (desde el 2000) el desarrollo de laliteracidad en los alumnos de 15 años. Para tal fin, usa “textos estímulo” que motiven la lectura y formula ítems basados en tres dimensiones: el formato del texto (continuo y discontinuo); las competencias cognitivas (acceso y recuperación de información, integración e interpretación de lo leído, y reflexión y evaluación sobre la forma y el contenido); y el contexto o situación (uso personal, público, educativo/formativo y laboral/ocupacional).

Además, el proyecto trabaja con niveles de competencia lectora (escalonados en grados de dificultad), los cuales muestran, mediante descripciones, las competencias que deben alcanzar los alumnos para ubicarlos en un determinado nivel, después de haber rendido la prueba[3].

Pero ¿es posible usar este marco teórico en nuestras clases y, específicamente, en la aplicación del Plan Lector? Sin duda, mejorar el rendimiento en el proceso de lectura representa un gran desafío para el maestro, sobre todo si existen cuestionamientos originados por el bajo rendimiento en dicha prueba. Sin embargo, al igual que la señorita Micaela, debemos realizar el análisis del contexto educativo en el que trabajamos y plantear algunas estrategias de solución para alcanzar los estándares internacionales anhelados.

En este aspecto, el Plan Lector es un gran aliado, ya que permite que los alumnos mejoren sus niveles deliteracidad, siempre y cuando tengamos en cuenta algunos aspectos relevantes:

En primer lugar, la pertinencia del texto que usamos (“texto estímulo”), porque deberá desatar el interés inmediato de la clase. Por ejemplo, en el caso de la maestra Micaela, la novela escogida, El camino de Sherlock, es ideal para sus alumnos de segundo de secundaria (12 años, aproximadamente) porque trabaja dos temas cercanos al contexto de los jóvenes: la investigación de crímenes (el protagonista, Francisco, usa el método deductivo de Sherlock Holmes para resolver un caso real) y el problema de aceptación de grupo (para el niño, su brillante inteligencia es un obstáculo para ser feliz).

En segundo lugar, la maestra toma en cuenta las tres dimensiones que evalúa PISA: la novela es un texto continuo (formato), ya que sus oraciones constituyen párrafos que, a su vez, configuran capítulos que ayudan al lector a reconocer la organización textual. Además, su lectura tiene como finalidad tanto el entretenimiento de los educandos (uso privado) como  ayudar en el desarrollo de la competencia lectora (uso educativo).

También, a partir de dicha narración, la profesora evalúa el progreso cognitivo mediante la formulación de preguntas: la primera, de inferencias  (integración e interpretación de lo leído), y la segunda, literal (recuperación de información).
Sobre este último aspecto, consideramos que la maestra debió graduar las preguntas según su dificultad (proceso cognitivo), es decir, empezar por las preguntas para ubicar información: datos,  personajes, fechas, etc.; en vez de formular ítems de interpretación, en los que el estudiante debe construir significados y generar inferencias a partir de distintas partes de la novela.

Finalmente, y como consecuencia de lo anterior, además de la pertinencia y las tres dimensiones, debemos ser cuidadosos en la elaboración de ítems. Para tal fin, el maestro está en la obligación de, previamente, analizar en profundidad el texto que leerá con sus alumnos a fin de redactarlos “de forma sencilla y clara, con preguntas directas, breves, elaboradas como afirmaciones y siguiendo el orden gramatical, esto es, sin caer en anfibología”[4].

En esta etapa preparatoria es de gran ayuda la guía de actividades de la novela[5], que contiene los insumos necesarios para la formulación de estos ítems. Además, es recomendable trabajar el texto por partes: una cantidad adecuada de capítulos según la duración de la sesión. De esta manera, la clase sentirá que va desarrollando de forma eficiente el proceso de comprensión (literacidad) e incorporará el “sentido de posibilidad” que ayudará a mantener la motivación y evitar la frustración al no responder correctamente.

En resumidas cuentas, la literacidad es la herramienta fundamental para que nuestros estudiantes interactúen con éxito en la sociedad. Por ello, elaborar materiales para desarrollar la competencia lectora, según el marco PISA, representa un gran aporte al trabajar el Plan Lector.  No obstante, el logro de este objetivo, en gran medida, depende del maestro, quien deberá planificar las actividades y preparar los materiales necesarios para que la lectura en clase sea una experiencia agradable y enriquecedora.

Juan Lizardo Escalante Samanamud
Licenciado en Educación. Especialidad en Lengua y Literatura (Universidad Inca Garcilaso de la Vega). Con maestría en Literatura Peruana e Hispanoamericana (Pontificia Universidad Católica del Perú). Autor y redactor de textos escolares. Cuenta con diez años de experiencia docente en centros educativos como docente y asesor de programas educativos.


[1] Andrea Ferrari (2013). El camino de Sherlock. Lima: Alfaguara.
[2] ISEI.IVEI (2011). PISA 2009: Comprensión lectora. I. Marco y análisis de los ítems, p. 8. Recuperado el 17/01/2014 de http://www.isei-ivei.net/cast/pub/itemsliberados/lectura2011/lectura_PISA2009completo.pdf
[3] Ídem, pp. 9-14.
[4] Tecnológico de Monterrey (2008). “Diplomado en competencia lectora orientado a PISA de la OCD. Módulo 1: Literacidad, textos, contextos y uso de la tecnología”, p. 5. Documento de trabajo. México. Recuperado el 17/01/2014 de http://telesecundaria-paulo-freire.wikispaces.com/file/view/vi_m1_lectora.pdf.