UNA BRUJA EMBRUJADA
Autora: Inés De Cuevas
Era una bruja con desparpajo
Era una bruja con desparpajo
que usaba guantes de renacuajo.
Tomaba té con mermelada
y comía galletas muy bien tostadas.
Por las mañanas leía los diarios
y tempranito se iba al trabajo.
No usaba escobas ni altos sombreros,
sino autos caros,
buenos pañuelos
y zapatillas de fino cuero,
cerros de trajes,
pieles y abrigos
que no cubrieran su hermoso ombligo.
Tenía corceles,
grandes mansiones,
con trenes, yates y seis aviones.
Casas de cambio tuvo a montones
y en cada Banco diez mil acciones.
Cincuenta haciendas de buen ganado
vacas de ordeño en los pastizales
y largas cuadras de platanales.
Nunca sabía de hechizos malos.
No hacía la magia… Ningún brebajo.
Y a los apuestos chicos del barrio
Y a los apuestos chicos del barrio
los imantaba de arriba a abajo…
Todas las noches
iba a las tascas y discotecas
fumando puros
de alta etiqueta.
Y en cada fiesta
-la astuta bruja-
bebía su whisky de data añeja.
-la astuta bruja-
bebía su whisky de data añeja.
Esta brujilla tan embrujada
que de hacendosa no tenía nada,
tuvo al servicio de sus poderes
treinta mujeres que eran esclavas:
fregaban pisos,
lavaban baños
y hacían las camas,
mientras brujilda, feliz roncaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario, reflexión u opinión. Es muy importante conocer tus ideas respecto a los post publicados. Muchas gracias.